
Corso y su equipo vuelven a Cuatro. El próximo jueves 10 de enero, la cadena estrena en prime time la segunda temporada de Cuenta atrás, un intenso drama policial cargado de acción producido por Globomedia. Una puesta en escena más espectacular –con grabaciones en Miami y en la costa mediterránea, persecuciones marítimas y efectos especiales-, un ritmo trepidante, una gran fuerza narrativa y las relaciones personales de los integrantes de la Unidad policial, marcarán las tramas de esta nueva temporada.
Hay que resaltar el extraordinario despliegue técnico empleado en la grabación de los nuevos episodios de la serie, con más del 70% rodado en escenarios naturales y espectaculares efectos especiales. Los creadores de la serie han querido ir más allá en la puesta en escena, intensificando el ritmo y arriesgando en lo visual y manteniendo la urgencia como la principal seña de identidad de la producción.
En esta nueva temporada, la urgencia en la resolución de los delitos discurre de forma paralela con las relaciones personales de los agentes, y de manera especial el triángulo formado por Corso (Dani Martín), Leo (Bárbara Lennie) y Mario (Álex González).
Cuenta atrás narra la historia de cinco agentes de la Unidad 7 de la Policía Judicial, especializada en la resolución de casos de extrema gravedad que deben ser resueltos en un tiempo límite. Se trata de Corso (Dani Martín), que es el líder de la Unidad; Mario (Álex González), su mejor amigo; Leo (Bárbara Lennie), rebelde e impulsiva; Rocío (Teresa Hurtado de Ory), la negociadora del grupo, y Molina (José Ángel Egido), el veterano del grupo.
Rodaje en Miami y en el mar
En la búsqueda de una mayor espectacularidad, la producción se ha desplazado hasta lugares como Miami y la costa Mediterránea para grabar algunos de sus capítulos.
En Miami el equipo rodó en localizaciones como el Aeropuerto Internacional, las playas de arena blanca de Miami Beach, la zona de Downtown, el barrio cubano y en una cárcel del estado de la costa este americana.
Otro de los capítulos fue rodado íntegramente en aguas de la costa alicantina, y en él se incluyó una persecución de más de seis minutos de duración en la que se utilizaron veleros, motos acuáticas, lanchas e incluso un parapente.
A pesar del riesgo que conllevaban algunas escenas, el 80% del trabajo lo hicieron los propios actores, que fueron adiestrados por especialistas en la técnica del buceo (Alex González y Teresa Hurtado de Ory) y en la conducción de motos de agua (Dani Martín, Bárbara Lennie y Alex González).